lunes, 7 de febrero de 2011

La cabra montesina


Había una vez una madre que tenía tres hijas. Un día estaba haciendo la comida y, viendo que necesitaba grano para hacer el pan, le dijo a la hija mayor:
-Sube al granero y tráeme un poco de grano.
Al ir a subir las escaleras escuchó a la cabra, que decía:

-Soy la cabra montesina
del monte montesinal
y a quien suba la escalera
me lo trago de un tragal.

La niña subió y la cabra se la tragó.
La madre, como la hija tardaba mucho, mandó a su hija mediana.
La hija mediana fue, y cuando empezó a subir la escalera, escuchó a la cabra, que decía:

-Soy la cabra montesina
del monte montesinal
y a quien suba la escalera
me lo trago de un tragal.

Pero la niña subió y la cabra se la tragó.
La madre, como las dos hermanas tardaban mucho,mandó a la más pequeña.
Cuando la hermana perqueña fue a subir, escuchó a la cabra, que decía:

-Soy la cabra montesina
del monte montesinal
y a quien suba la escalera
me lo trago de un tragal.

Y ésta también subió y la cabra se la tragó.
La madre, como sus hijas tardaban tanto, fue a ver lo que había pasado y al llegar a las escaleras se encontró con la cabra, que le dijo:

-Soy la cabra montesina
del monte montesinal
y a quien suba la escalera
me lo trago de un tragal.

La madre se echó a llorar y se marchó por el caminico adelante. No había caminado mucho cuando se encontró con una hormiga, que le dijo:
-¿Que te pasa, buena mujer?
Y la mujer contestó:
-¡Que hay una cabra en mi casa y se ha comido a mis tres hijas!
La hormiga dijo:
-¡Pues llévame a tu casa, que voy a echar a la cabra!
La mujer y la hormiga fueron a la casa, y cuando comenzaron a subir las escaleras se encontraron con la cabra, que les dijo:


-Soy la cabra montesina
del monte montesinal
y a quien suba la escalera
me lo trago de un tragal.

y la hormiga respondió:

-Y yo soy la hormiguita
bonita y chiquita
de mi hormigal,
que de un picotazo
te haré saltar.

Y dicho esto le dio a la cabra un picotazo tan fuerte en la barriga que se la reventó, y así pudieron salir las tres hijas de la buana mujer.
La mujer dijo a la hormiga:
¿Cómo podría agradecertelo? Ya se, ¡te daré una fanega de trigo!
La hormiguita le respondió:

-No, que no lo muele mi molinico
ni cabe en mi capacico.

-Te daré media fanega.

-No, que no lo muele mi molinico
ni cabe en mi capacico.

-Te daré un celemín.

-No, que no lo muele mi molinico
ni cabe en mi capacico.

-Te daré doce granos.

-No, que no lo muele mi molinico
ni cabe en mi capacico.

-Te daré un grano.

-Ése sí cabe en mi capacico
y lo muele mi molinico.

Y así, muy contenta con su grano, se fur la hormiga a su hormiguero.

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